AULESTIA BACH, OSWALD
Durante mis 76 años de trayecto vital, mezcla de fortuna y desdicha, he tenido la oportunidad de experimentar todo tipo de emociones, tantas como he necesitado para sobrevivir.
Me he enfadado y alegrado, he sentido miedo y me ha manoseado la tristeza. No obstante, todavía mantengo la confianza y manifiesto interés por todo aquello que consigue sorprenderme.
Intento huir del desagrado, de lo que empacha y empalaga, de todo aquello que, en definitiva, suscita asco y repugnancia.
Lo que tienes entre manos es un intento de convertir experiencias y emociones en palabras. Solo me permito una sugerencia: ¡Disfrútalo!
En caso de no ser así, déjaselo a quien nunca nos devuelve los libros, o directamente, tíralo.
No conserves nada que no te toque, aprecia sólo lo que te haga dibujar una sonrisa, soltar una carcajada o llorar de manera desenfrenada. Concédete el permiso de vivir.
OSWALD